La música como motor de emprendimiento

Mauro Salinas es un referente de la música en nuestro departamento, ex integrante de Vieja Cepa y emprendedor nato, fundó la productora Dos Motores y fue uno de los precursores de MAIPEC en General Alvear.

Sus primeros pasos en la música comenzaron junto a la banda Resistenca, después conocida como Vieja Cepa, “una escuela para todos porque autogestionamos muchas cosas” asegura Mauro quien reconoce que fue en ese momento cuando el espíritu emprendedor comenzó a prender: “Era el año 94 y organizábamos fechas, shows, armábamos sorteos para poder juntar plata y grabar. Tal vez en ese momento no éramos conscientes pero si lo vemos en perspectiva, el espíritu emprendedor comenzó ahí, buscando la manera de poder lograr lo que queríamos”. Junto a la banda, y ya instalados en Buenos Aires, buscaron la forma de autogestionarse a través de internet, que en ese momento era un sistema totalmente incipiente de comunicación, “Teníamos una página web con 30 sponsors y lo habíamos dividido en dos, le cobrábamos primero a 15 y al otro mes a los otros 15, de esta forma nos solventábamos en Buenos Aires”.

Pasados los años, Mauro retornó a nuestro departamento y junto a Martín Álvarez, el último bajista de su época en Vieja Cepa, decidieron comenzar a trabajar algunas canciones propias. Para ello fundaron la banda “Echarenmano” y más tarde el estudio de grabación “Dos Motores”: “Nos dimos cuenta de que no había mucha gente que hiciera el trabajo que hacíamos, por eso pensamos en empezar a brindarlo a otros músicos. El primer paso fue entrar en una capacitación de la Fundación Impulsar, que preparaba emprendedores y les daba herramientas administrativas y gestivas para desarrollar proyectos, además mediante un ranking se entregaban capitales semilla entre los mejores proyectos. Nosotros accedimos a uno y así fue como comenzamos con el estudio”.

Fue así que Mauro, junto a Martín, alquilaron una antigüa vivienda en Alvear Oeste, y de manera autogestiva empezaron a refaccionarla: “Para hacerlo bajamos tutoriales de youtube para aprender a hacer las cosas, no teníamos dinero para pagar mano de obra así que estuvimos tres meses arreglando la casa y después acondicionándola para que sea un estudio de grabación. En ese momento nos alcanzó para  comprar una computadora y una placa de audio muy buena, con eso arrancamos” recuerda Mauro quien asegura que el primer trabajo fue con mucho nerviosismo. “Lo primero que hicimos fue invitar a los músicos a conocer el estudio y que grabaran algo, después se los hacíamos escuchar y que nos dijeran qué les parecía. De a poco empezamos a adquirir micrófonos y otros equipos”.

El estudio, de a poco, se transformó en un lugar de referencia, e incluso músicos de otros puntos del país vinieron a grabar, fue el caso de Gustavo Jérez: “Él tenía su banda y conocía Vieja Cepa, así fue que nos ubicó y nos dijo que quería venir a grabar acá. También trabajamos con un proyecto para grabar a músicos de Alvear Oeste en el marco de los cien años del distrito”. Al proyecto se sumaron artistas de distintos estilos y generaciones, folclore, rap, rock y más, “Estuvo bueno eso porque tuvimos varios desafíos, a veces teníamos proyectos de grabación y en algunos casos coproducimos, actualmente nos centramos en esto último ya que valoramos mucho el ida y vuelta”.

Mauro asegura que la capacitación es un pilar fundamental para cualquier tipo de emprendimiento, “En cuanto a la tecnología es fundamental ya que avanza muchísimo y hoy contamos con herramientas que nos solucionan muchos problemas más facilmente que hace algunos años. También avanzan las técnicas de grabación y de mezcla, donde cada productor musical o ingeniero de mezcla tiene su propio camino para llegar a los resultados. Alvear es una tierra virgen en muchas cosas, en cuanto a estudios de grabación, mucha de la gente que vino grabó por primera, por eso tuvimos un rol de docencia en varios casos”.

Con la salida de Martín Álvarez de “Dos Motores”, se sumó Eugenia Flores, compañera de Mauro, “Euge siempre estuvo, por eso no cambiamos el nombre, de hecho antes debería haber sido Tres Motores. Ella siempre estuvo y es fundamental, no solamente es mi compañera sino que es mi socia creativa, sobre todo con Echarenmano ya que maneja la parte de gestión y coordinación, la verdad que suma una mirada que como creativo no podría alcanzar y eso me fortalece un montón” concluye Mauro.